Ciertos sujetos se presentan como miembros de una sociedad conocida – a veces disponen incluso de falsas tarjetas de visita y realizan pedidos en nombre de dicha sociedad. Utilizan hojas con el membrete de ésta, señalando como lugar de entrega de la mercancía una dirección diferente a la de la sociedad que alegan representar.
Entonces, confiando en estar atendiendo un pedido de una empresa conocida, el vendedor confía en la firma y procede a iniciar los trámites, incluso si es poseedor de seguro de crédito, llega a solicitar cobertura de riesgo. Al ser empresas antiguas, serias, bien establecidas y solventes, se suele conceder una cobertura de riesgo.
En muchas ocasiones, los transportistas son directamente contratados por el comprador, y vienen a recoger en los almacenes propiedad del vendedor la mercancía adquirida. Durante el trayecto, el conductor del camión recibe instrucciones a través de una llamada cambiando los detalles de la entrega inicial. Lo más frecuente es que se solicite que el conductor lleve la mercancía no a la dirección de la empresa destinataria sino a otro sitio, por ejemplo, un depósito en otra localidad distinta. Este punto es de vital importancia y la empresa española debe dar instrucciones al transportista de no aceptar cambios en el lugar de entrega sin autorización previa. Así mismo, es imprescindible obtener un CMR o albarán de transporte debidamente cumplimentado: datos del transportista, lugar y fecha de salida, lugar y destinatario de entrega.
Habitualmente, la mercancía luego desaparece. Cuando llega el momento de cobrar el cheque, éste es devuelto por el banco, por carencia de fondos. El exportador español intenta localizar a la persona que hizo de contacto a través del fax o el móvil para pedir explicaciones y la ausencia de respuesta es lo que recibirá.
Una vez declarado el impago, se manifiesta que la persona que solicitó el pedido no pertenece a la empresa a la que reclamamos el pago quien, incluso, ha interpuesto, o está en trámites para interponer una demanda contra el usurpador en su país. Obviamente, la empresa a quien reclamamos el pago, no sólo no solicitó el pedido sino que jamás recibió la mercancía. Por consiguiente, este crédito no podrá ser reclamado judicialmente, ya que la empresa denunciada no tiene obligación de pago al no haber recibido prestación alguna. De igual forma, al ser un crédito no reconocido, no podría ser objeto garantía del seguro de crédito en el caso de estar en posesión del mismo. El contrato de seguro de crédito, parte del requisito ineludible de la existencia, legitimidad y exigibilidad del derecho de cobro correspondiente.
En el caso citado de utilización fraudulenta del nombre de una empresa que realmente existe, el exportador español se encontrará que no tiene un derecho de cobro legítimo contra la empresa cuya personalidad se ha suplantado, y que por tanto dicha operación de venta no es asegurable ni indemnizable, con lo cual la perdida queda totalmente a cargo del exportador.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA Y PRECAUCIONES A TOMAR
- Solicitar la confirmación del pedido tomando contacto directo con la propia empresa: no debemos fiarnos del número de teléfono proporcionado por el intermediario y siempre podemos hacer algunas verificaciones según explicamos más abajo.
- Datos de contacto: Fijarse en las cuentas de correo desde las cuales nos contactan. Acudir a través de un buscador a la página web de la empresa que se supone que hace el pedido para comprobar su dirección, teléfono y cuenta de correo de contacto. Llamar por teléfono al número que aparece en la web de la empresa o escribir a su correo de contacto para verificar que la persona que les contacta trabaja efectivamente allí y ha realizado un pedido. Remitir el correo recibido o explicar la llamada. No utilizar los números de contacto proporcionados en las comunicaciones mantenidas con el supuesto suplantador.
- Desconfiar si el teléfono proporcionado corresponde a un teléfono móvil.
- Si el “comprador” envía confirmación de transferencia bancaria, verificar si los datos son auténticos contactando con el banco obteniendo sus datos de contacto de internet o esperar a recibir confirmación de recepción de la cantidad acordada en su cuenta.
- Localizar la dirección de entrega y verificar que es el almacén del mayorista, importador, distribuidor o detallista legítimo.
- Dar instrucciones al transportista de que bajo ningún concepto cambie el punto de entrega sin consultarlo con la empresa proveedora.