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ACS y Hochtief han dado en Alaska uno de sus primeros pasos juntas después de que la española tomara el control de la alemana el pasado mayo. Se trata de la construcción y operación del puente Knik Arm, en Alaska (EE UU), llamado a enlazar dos áreas básicas para el transporte de mercancías como son Anchorage y el puerto MacKenzie.

La construcción del puente y de las infraestructuras de acceso al mismo están valoradas en 700 millones de dólares (unos 525 millones de euros) y constituye la primera experiencia en el campo concesional de Alaska. La Administración pretende entregar la gestión del peaje de la nueva comunicación durante un plazo de 60 años al consorcio que se encargue de financiar las obras.

El grupo que preside Florentino Pérez va con toda su artillería en Estados Unidos: Hochtief PPP Solutions North America, ACS Infrastructure Development, la concesionaria Iridium, la filial local de construcción Flatiron y Dragados USA forman parte de un consorcio en el que también aparecen referencias estadounidenses. Entre estas últimas destacan las firmas especializadas en puentes y túneles Traylor Bros y HNTB.

Pero ACS no es el único gigante español en liza. Ferrovial también apuesta por el proyecto y está dispuesta a presentar oferta. Su consorcio está formado por su concesionaria Cintra, la constructora Agroman y por las entidades locales Orion Marine y Anchor QEA, enfocadas hacia la obra civil en entornos acuáticos.

Frente a los consorcios de ACS y Ferrovial se han presentado hasta cuatro alianzas en las que también participan entidades financieras de primera magnitud.

Una de las grandes constructoras norteamericanas, Bechtel, se ha aliado con el conglomerado asiático China State Construction International Holding (CSCIH) y con el banco francés BNP Paribas.

Un segundo consorcio presenta el liderazgo del inversor en infraestructuras Meridiam, acompañada de las constructoras estadounidenses Kiewit y Manson.

El tercer equipo, encabezado por Plenary Group y John Laing, cuenta con la presencia de Goldman Sachs y Deutsche Bank.

Y el cuarto opositor a los consorcios de capital español es la alianza de Infrared Capital y la francesa Bouygues. Junto a ellos puja el gigante australiano de las infraestructuras Macquarie.

Fuente: Diario Digital Cinco Dias (05/10/2011).