Es temporada de cambios en El Corte Inglés. La emblemática cadena de grandes almacenes vive una etapa crucial. Un grupo de expertos, reunidos en el reportaje en portada de este mes en Actualidad Económica, explican por qué la cadena española se la juega en los próximos dos años. No es, curiosamente, por la crisis tanto como por la rapidez con la que está cambiando el consumidor.
Convertirse en un referente para los jóvenes, como lo ha sido para sus padres y abuelos a lo largo de sus 75 años de historia, es el mayor de los desafíos del primer grupo de grandes almacenes europeo y tercero del mundo. El distribuidor español ha redoblado esfuerzos para modernizar su marca así como para ser más competitivo en precio, una variable esta última que ha ganado mucho peso en la decisión de compra de los consumidores con la crisis.
Algo se mueve
En lo que va de año, para reaccionar a los nuevos tiempos, ha encadenado en poco tiempo varios lanzamientos importantes, como la marca de ropa Gals & Guys, la línea de cosmética y droguería Veckia (que completa la oferta de bajo coste inaugurado por su otra marca blanca Aliada, lanzada en 2009), el outlet online Primeriti, y varias tiendas en las terminales de aeropuertos.
Algo se está moviendo en la cadena que preside Isidoro Álvarez. Incluso algo tan característico de la marca como su emblemático logo triangular, también podría necesitar una revisión, según algunos expertos en branding.
El salto internacional es otra cuenta pendiente de suma importancia para el futuro del grupo. De momento, sus grandes almacenes sólo están presentes en España y Portugal, ambos países fuertemente afectados por la crisis, por lo que una mayor diversificación geográfica le ayudaría, según los expertos, a cimentar una mejor salida de la crisis y a reducir su vulnerabilidad. Para algunos analistas consultados, la internacionalización es imprescindible para poder seguir creciendo. Lo malo es que el modelo de negocio del inventor de Si no queda satisfecho le devolvemos su dinero basa gran parte de su atractivo en la confianza que tradicionalmente ha inspirado su marca a los consumidores, algo muy difícil de exportar a estas alturas.
Un tercer gran paso adelante, que también condicionará los años venideros del gigante de la distribución, y que se espera que la cadena dilucide en los próximos meses, es lo concerniente a la sucesión de Isidoro Álvarez, su presidente. Está pendiente por designar un claro número dos y posible heredero de la presidencia, como por ejemplo hizo en Inditex Amancio Ortega al designar a Pablo Isla.
FUENTE. Expansion 22/06/2011