Las acciones del grupo de telecomunicaciones español apenas reaccionan a la noticia. Caen un 1,8%, un retroceso entendible si se tiene en cuenta que el Ibex pierde un 2%.
La agencia de calificación ha revisado a la baja sus previsiones de ingresos y cash flow para la división española del grupo debido a los retos en su mercado doméstico.
Además, S&P hace referencia a un incremento los riesgos regulatorios en América Latina y a la agresiva política de dividendos del grupo presidido por César Alierta
Por todo ello, la agencia considera que la reducción del endeudamiento de la compañía será inferior a la prevista.
S&P espera que el ratio ajustado deuda/ebitda esté en cerca de 3% a finales de 2001, cuando su estimación inicial era de una caída significativa hacia 2,5% desde las 3% de finales de 2010.
La agencia considera que este ratio permanecerá significativamente por encima de 2,5% durante los próximos tres años. S&P cree que la distribución de dividendos en los próximos años absorberá gran parte del flujo de caja y, por lo tanto, reducirá la posibilidad de recortar deuda.
S&P añade que el crecimiento orgánico de Telefónica será más debil de lo anticipado previamente por la combinación de la presión del mercado español y un menor tirón de su negocio en América Latina.
Eso sí, la agencia considera que la evolución de su negocio en esta región compensará las «intensas presiones macroeconómicas en España».
Así, S&P prevé un crecimiento de las ventas de alrededor del 5% y una estabilización del margen ebitda, así como una continua mejora de la retribución al accionista.
Además, la agencia está convencida de que el equipo gestor de Telefónica gestionará activamente la liquidez del grupo para asegurarse de que sigue en niveles adecuados a pesar de la complicada situación que atraviesan los mercados de capitales.
Fuentes: expansión 11/08/2011