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El nuevo banco de Unicaja y España-Duero tiene por delante tres meses de vértigo para lograr el objetivo de iniciar sus operaciones el 1 de enero de 2012. En este periodo, cuya cuenta atrás empieza hoy con la aprobación del SIP por parte de la asamblea de España-Duero (Unicaja lo aprobó el sábado, 24), los responsables de la nueva entidad deberán gestionar las autorizaciones administrativas y el otorgamiento de la escritura de la operación, unificar sus órganos de dirección, definir el nuevo plan de negocio y dar entrada a los inversores privados. Éste es precisamente uno de los objetivos prioritarios del nuevo banco, que renuncia a cotizar en bolsa, pero considera esencial colocar el 20% de su capital en manos de otras empresas (entre tres y seis), que desembolsarían 490 millones de euros. Son varias las referencias que se hacen al respecto en el acuerdo del SIP (artículos 8 y 10) y en ellos se afirma que ambas cajas “consideran que es básica la participación de terceros en el capital del grupo, en un porcentaje no inferior al 20%”. De esta manera, el nuevo banco requeriría una solvencia del 8% de su capital básico (ahora será del 10,2%), lo que permitiría superar con relativa holgura los próximos test de estrés europeos. Según fuentes próximas a la negociación, tanto el presidente de Unicaja (Braulio Medel) como el de España-Duero (Evaristo del Canto) habrían avanzado las negociaciones con distintas compañías, dos de las cuales podrían ser las actuales aseguradoras aliadas con las cajas: Mapfre (Duero) y Aviva (Unicaja y España). La asamblea general de Unicaja aprobó el sábado, día 24, el contrato de fusión mediante SIP entre el banco de la entidad con el de España-Duero. Sólo se opusieron los seis consejeros de los sindicatos Cescar y Csica, que no han suscrito el acuerdo laboral alcanzado in extremis la noche del viernes. Este acuerdo, aceptado por los mayoritarios UGT y CCOO, garantiza que la creación del nuevo banco no supondrá la aplicación de medidas traumáticas que afecten a la plantilla, aunque sí la vía de las prejubilaciones, bajas incentivadas y movilidad compensada en el proceso de reestructuración que exija la organización. La nueva entidad bancaria, fruto del SIP entre los bancos creados por Unicaja y España-Duero, nace con unos activos de casi 81.000 millones y 1.700 oficinas.

Fuente: Diario Digital Expansión (26/09/2011).